Koenigsegg y NEVS suman fuerzas para fabricar modelos de mayor volumen... y probablemente eléctricos
- genaro espinoza
- 1 feb 2019
- 2 Min. de lectura

La industria del automóvil es en la actualidad una industria de alianzas. La última en hacerse oficial es la de Koenigsegg y National Electric Vehicle Sweden (NEVS), la empresa china que compró los derechos del SAAB 9-3 y lo que quedaba de la factoría SAAB. Así, NEVS inyectará 150 millones de euros en el capital de la empresa y recibirá a cambio el 20 % de la holding dueña de Koenigsegg.
Sin embargo, esta alianza va más allá de una simple inversión. Koenigsegg y NEVS formarán una joint venturepara abrir nuevos mercados con la fabricación de coches en volúmenes ligeramente más grandes que los de Koenigsegg y centrándose en el coche eléctrico.
NEVS contribuirá con 150 millones de dólares y se quedará con el 65 % de la joint venture, mientras que los otros 35 % estará en manos de Koenigsegg. El fabricante sueco aporta a la joint venture sobre todo “propiedad intelectual, licencias, tecnológicas y diseño de producto”.
Dicho de otro modo, NEVS abandonaría la idea de fabricar un coche eléctrico sobre la base del SAAB 9-3 en Suecia (se fabricará en China para el mercado local) y haría un coche de lujo que Koenigsegg diseñará y desarrollará. Pero es una operación en la que no solo NEVS saldría ganando, Koenigsegg podría así diversificarse más allá de la fabricación de hypercars y de su estudio de ingeniería.
“Esta asociación creará las condiciones para que Koenigsegg acelere su crecimiento en el segmento de los hypercars, al mismo tiempo que nos permite sentar los cimientos para entrar en un segmento nuevo para nosotros y para NEVS”, explica Christian von Koenigsegg, fundador y CEO de Koenigsegg.
Christian von Koenigsegg es muy adepto de Tesla, posee uno para su uso en el día a día, y reconoce que las prestaciones anunciadas por Tesla para la segunda generación del Roadster es un verdadero reto. Así que bien podría ser algún tipo de deportivo electrificado (híbrido) o bien 100 % eléctrico, de entre 100.000 y 250.000 euros. Vamos, un “Tesla Roadster killer”, como dirían en la prensa anglosajona. Aunque de momento hablar de qué tipo de coche es pura especulación.
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